RECURSOS DE INFORMACION

RIESGOS Y PREVENCION

INFORMACION SOBRE RIESGOS

Desde épocas muy remotas los seres humanos, por razones de índole religiosas, medicinales, recreativas o simplemente por cuestiones existenciales, han recurrido al consumo de sustancias, que alteran la mente y el comportamiento.

El uso de cannabis se menciona junto a ritos mágicos religiosos y en algunos casos ligados a la medicina primitiva como fue el caso de los persas, egipcios, griegos, romanos, chinos y árabes. El uso del cannabis data del III milenio A.C.

A partir de la segunda mitad del siglo XX la producción, el uso, la posesión y la venta de preparados con cannabis comenzaron a considerarse ilegales en la mayor parte del mundo.

El compuesto químico psicoactivo predominante en el cannabis es el tetrahidrocannabinol (thc). Contiene más de cuatrocientos compuestos químicos diferentes, entre ellos al menos sesenta y seis cannabinoides aparte del thc, tales como el cannabidiol (cbd) el cannabinol (cbn) o la tetrahidrocannabivarina (thcv).

Variables que condicionan las experiencias con cannabis

Los efectos son muy variables entre las personas y dependen de:

La dosis, el contenido de THC, proporción THC/CBD.
La dosis, el contenido de THC, proporción THC/CBD.
La dosis, el contenido de THC, proporción THC/CBD.
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La dosis, el contenido de THC, proporción THC/CBD.
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La dosis, el contenido de THC, proporción THC/CBD.
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Efectos, riesgos y medidas de cuidado para el uso del cannabis

El cannabis se consume habitualmente fumado, pero también se puede administrar de forma vaporizada y oral. En caso de las dos primeras vías, el efecto se experimenta más rápido.
Entre sus efectos principales destacan:
Sentimientos de relajación, risa incontrolable, aumento de la apreciación de la música y de los sentidos, reducción de las náuseas y del dolor, disminución de la percepción de fatiga muscular y aumento de la creatividad.
Asimismo el uso de cannabis puede provocar el aumento del apetito, enlentecimiento general, ojos rojos, sequedad de boca, dificultades para pensar claramente y para seguir conversaciones.

Cuando se consume cannabis, independientemente de cómo se ingiera, el THC actúa sobre sitios moleculares específicos en las células del cerebro llamados receptores de cannabinoides.

Estos receptores normalmente son activados por sustancias químicas similares al THC llamadas endocannabinoides como, por ejemplo, la anandamida.

Estas sustancias se producen naturalmente en el cuerpo y son parte de una red de comunicación neural (sistema endocannabinoide) que juega un papel importante en el desarrollo y la función normal del cerebro.

La mayor densidad de receptores de cannabinoides se encuentra en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y el movimiento coordinado.

Efectos secundarios

Poco después de fumar cannabis, la frecuencia cardiaca aumenta entre un 20 y un 100 por ciento. Este efecto puede durar hasta 3 horas.

Causa palpitaciones y arritmias. Este riesgo puede ser mayor en personas de más edad o con vulnerabilidad cardíaca.
El humo del cannabis es una sustancia que irrita los pulmones y la persona que fuma marihuana con frecuencia puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que presenta un fumador de tabaco, tales como tos crónica y flemas, mayor frecuencia de enfermedades agudas e infecciones pulmonares. El uso de cannabis en forma vaporizada reduce sustancialmente los riesgos para el sistema respiratorio.

Puede producir también:
Pánico, paranoia, sequedad de boca, nerviosismo, reducción en la capacidad de concentración, cansancio y confusión. Es importante tener en cuenta estos efectos sobre todo si se tienen que realizar tareas que requieran de atención y concentración.

Precauciones

Se deben tener en cuenta los siguientes aspectos relacionados a su consumo:

El consumo continuado de cannabis lleva a un aumento de la tolerancia al THC. Por tanto, cada vez se necesitará más dosis para conseguir los efectos que antes se conseguían con menor cantidad. Al aumentar la dosis, aumentan los riesgos.
Aunque no se ha descrito un síndrome físico de abstinencia al dejar de consumir cannabis, puede producirse- en consumidores habituales- una habituación psicológica a la sustancia que les resulte difícil dejar de consumir, si así lo deciden.
Además de los posibles problemas sanitarios, ciertos hábitos de consumo problemático (como la dependencia) pueden causar problemas sociales considerables, relacionados con la familia, los amigos, la ley, el trabajo, los estudios o la economía familiar e individual.

Interacciones

ALCOHOL:

Puede aumentar la probabilidad de sufrir lipotimias y vómitos.

ESTIMULANTES:

Puede provocar ciertos efectos en el metabolismo y la tensión sanguínea.

ALUCINOGENOS:

Puede potenciar los efectos, llevando a una experiencia demasiado intensa pudiendo resultar una experiencia desagradable.

Contraindicaciones

El consumo de cannabis debe evitarse:

  • Si se ha de conducir y/o trabajar con maquinaria de riesgo ya que reduce la habilidad para conducir y mucho más, si se mezcla con alcohol.
  • En niños, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
  • Si se padecen enfermedades de corazón y/o pulmonares, diabetes, asma, hipertensión (tensión arterial alta) o epilepsia.
  • Si se padece algún trastorno psicológico o se está atravesando un difícil momento emocional.
  • En personas con predisposición puede precipitar trastornos y/o agravar una patología psiquiátrica crónica.
  • Si se está tomando cualquier tipo de medicación.
  • Si se va a trabajar y/o estudiar.

Intoxicación y medidas de cuidado

Aunque la intoxicación por cannabis no es frecuente, pueden aparecer determinados problemas fundamentalmente de orden psicológico, principalmente ataques de pánico, en personas con predisposición. Ante esta situación, se recomienda llevar a la persona a un lugar tranquilo, no dejarla sola y mediante frases tranquilizadoras, lograr que vaya recuperando su estado normal. Suele ser útil recordarle que pronto pasarán todos los síntomas y que no debe preocuparse por ellos.
El consumo elevado de cannabis con el estómago vacío o mezclado con alcohol puede provocar: mareos, vómitos y que baje la presión. Además, observamos más frecuentemente estos efectos durante las primeras veces que se consume.

Al comenzar estos síntomas se debe recostar a la persona, con las piernas levantadas y la cabeza inclinada hacia un lado por si sobreviene el vómito.
Una vez que la persona se ha recuperado, puede ser útil hacerle ingerir algo de azúcar.
Cuando se consume cannabis por vía oral aumenta la duración total de los efectos y los riesgos de sobredosificación e intoxicación. Si bien el riesgo de intoxicación varía en función de la persona por vía oral pueden aparecer con más frecuencia efectos alucinógenos y los efectos adversos durar más tiempo y ser más potentes pudiendo aparecer episodios psicóticos agudos (en personas con predisposición).
Si los efectos permanecen, se recomienda llevar a la persona a emergencias o centros de salud. En tanto se espera la intervención médica, no dejarla sola en ningún momento.

Información sobre Prevención

El enfoque de prevención del IRCCA tiene como objetivo contribuir a la difusión de la información justa y veraz desde una perspectiva de evidencia científica y de derechos humanos, en base a la convicción de que la información es una herramienta fundamental para la libre y responsable toma de decisiones.

El IRCCA, cumpliendo con los cometidos asignados por la ley 19.172 asesorará en la implementación de medidas preventivas que ayuden a concientizar a los usuarios y al público en general de los riesgos y posibles daños del consumo del cannabis, en áreas como:

  • Educación
  • Campañas informativas y de sensibilización
  • Ámbito laboral
  • Conducción y tránsito

Asimismo, el Articulo 27 de la Ley 19.172 establece como uno de los cometidos del IRCCA asesorar al Poder Ejecutivo en el desarrollo de estrategias dirigidas al retraso de la edad de inicio del consumo, al aumento de la percepción del riesgo del consumo abusivo y a la disminución de los consumos problemáticos.

El IRCCA articulará con la Junta Nacional de Drogas de la Presidencia de la Republica, Organismo que se encarga de diseñar las políticas en materia de drogas y específicamente con el Departamento de Prevención:

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