10/10/2018
Si bien se trata de una actividad que recorre sus primeros años de instrumentación, ya se han construido los canales institucionales para la gestión y autorización de proyectos vinculados al cannabis con diversos fines.
A la fecha hay 17 empresas que cuentan con autorización para el desarrollo de actividades de investigación, cultivo o industrialización de cannabis. El IRCCA ha licenciado a la empresa Fotmer Corporation para el cultivo de cannabis psicoactivo con fines medicinales; al laboratorio Medic Plast para la formulación de aceites medicinales y una crema cosmética (todos con el CBD como principio activo); a la empresa Diego Di Cianna para la producción de dos marcas comerciales de yerba mate con agregado de cannabis no psicoactivo y; finalmente, a la empresa Dormul SA para desarrollar una investigación de base agronómica. Por otra parte, las empresas Simbiosys e ICC obtuvieron licencias de cultivo y distribución de cannabis psicoactivo para fines no médicos (cuyo producto se vende las farmacias adheridas a la red de dispensación). Complementariamente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) ha autorizado a once empresas a cultivar cáñamo industrial (cannabis con una concentración de THC menor al 1%) que en conjunto alcanzan una superficie aproximada de 1.000 hectáreas de cultivo a cielo abierto y 15.000 mts.2 en invernadero.
Por otro lado, hay 5 grupos académicos de distintas universidades que cuentan con autorización para el desarrollo de sus proyectos de investigación en diversos campos (ciencias sociales, médicas, biológicas, etc.).
En el presente hay otros 20 proyectos siendo evaluados por el IRCCA: tres de ellos están orientados al desarrollo de cultivos de cannabis psicoactivo con fines medicinales y otros once a la instalación de plantas de laboratorio para la elaboración de derivados del cannabis. Los restantes son proyectos de investigación científica en distintos terrenos. También el MGAP tiene en evaluación otros siete proyectos para el cultivo de cáñamo industrial.
Si bien los primeros pasos de la implementación favorecieron el acceso al cannabis para fines no médicos, luego de instaladas las 3 vías de previstas por la normativa (cultivo doméstico, clubes de membresía y dispensación en farmacias) a mediados del pasado año, el foco se orientó hacia la definición de los procesos que habiliten los usos medicinales e industriales del cannabis (psicoactivo y no psicoactivo) así como a la expansión del campo científico en torno a esta planta y sus derivados.
En esta etapa, las instituciones con responsabilidad en el desarrollo de estas actividades asumen el desafío de impulsar coordinaciones eficientes, que orienten mejor a los emprendedores y faciliten las etapas que deben recorrer, permitiendo a su vez cumplir con las obligaciones que el marco normativo prevé.
En el acto de firma del convenio participaron el Prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, el Secretario de Transformación Productiva y Competitividad en Transforma Uruguay, Álvaro Ons, el Director Ejecutivo de Uruguay XXI, Antonio Carámbula, el Secretario General de la Junta Nacional de Drogas, Diego Olivera y el Director Ejecutivo de IRCCA, Martín Rodríguez.
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